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Los aparatos para la apnea previenen la hipertensión

Los aparatos para la apnea previenen la hipertensión

Su empleo previene su desarrollo siempre que se use con constancia


El empleo de los dispositivos para tratar la Apnea Obstructiva del Sueño (las máquinas de presión positiva continua en la vía aérea o CPAP, en inglés), reduce el riesgo de sufrir hipertensión arterial. Esta es la conclusión de un estudio del Hospital Universitario Arnau de Vilanova-Santa María publicado en «European Respiratory Journal» y difundido esta semana por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Ahora bien, ese riesgo se reduce siempre que estos aparatos «se usen con constancia». Es decir, «durante cuatro horas o más durante la noche», tal y como recoge el estudio.
Todo un descubrimiento, ya que esta enfermedad tiene consecuencias diversas, tanto en la calidad de vida de los pacientes, como en su salud en general.

Por ejemplo, la Apnea Obstructiva del Sueño causa la disminución de la saturación de oxígeno, cambios en la presión intratorácica y microdespertares, los cuales derivan en somnolencia diurna, trastornos cognitivos conductuales, trastornos respiratorios, cardiovasculares, metabólicos o inflamatorios.
Para el estudio, los investigadores contaron con 60 voluntarios, de una media de edad de 52 años, presión arterial normal y diagnosticados con una Apnea Obstructiva del Sueño grave, que participaron durante tres meses en la investigación.

Los doctores Adriano D.S. Targa y Gerard Torres, primeros firmantes del estudio, concluyeron que los pacientes que no utilizaron este dispositivo sanitario tendieron a presentar una presión arterial significativamente más alta.

«La mitad de los pacientes con Apnea del Sueño son hipertensos y el 40% de los hipertensos roncadores padecen a su vez apnea del sueño», explica el doctor Eusebi Chiner, neumólogo y miembro del Grupo Coordinador del Año Separ 2025/26 de los Trastornos Respiratorios del Sueño.
«La consecuencia más evidente y conocida de la apnea del sueño –continúa Chiner– es la falta de descanso nocturno que provoca somnolencia diurna aumentado la probabilidad de sufrir o provocar accidentes de tráfico o laborales, y que, además, investigaciones recientes demuestran una importante relación entre la apnea del sueño y otras patologías más graves como hipertensión, la insuficiencia cardiaca, el ictus, la cardiopatía isquémica y el cáncer».
«Este estudio revela una vía para mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes que sufren Apnea Obstructiva del Sueño. Asimismo, muestra cómo la implicación del paciente y su compromiso con su propia salud son fundamentales para tratar la Apnea Obstructiva del Sueño y prevenir otras secuelas, como la hipertensión arterial, que puede derivar en eventos cardíacos graves».

La apnea del sueño es una enfermedad sumamente infradiagnosticada, pues si bien se estima que entre un 4 y un 8% de la población la padece, se cree que hasta un 80% de los casos no se diagnostican. Y el ronquido puede ser solo una molestia acústica, pero cuando va acompañado de pausas respiratorias que duran al menos 10 segundos y se repiten varias veces por hora es Apnea Obstructiva del Sueño.

 

Fuente larazon.es